sábado, 2 de diciembre de 2006

7.-ANÁLISIS DE CASOS CLÍNICOS

CASO CLINICO 1

Una señora analfabeta padecía de los siguientes patologías diagnosticas: sida, sífilis y parkinson avanzado. Frente a esto la paciente debía ser hospitalizada a fin de serle realizado un tratamiento para la sífilis. Pero el mismo hospital en donde se le haría el tratamiento es quien la deriva un centro de atención primaria con una vía venosa periférica instalada, lo anterior por motivo de que en ese momento no existían cupos de camas.
La paciente acude al centro de atención primaria, y es ahí en donde le dicen que el tratamiento para la sífilis consistía en inyecciones de penicilina cada 6 horas, y que para ello podía asistir al consultorio cuando las inyecciones le tocaran entre las 8:00 y 17:30 hrs. (horario de atención del consultorio), pero le enfatizaron a la paciente que fuera del horario de atención del consultorio, era ella personalmente quien debía hacerse cargo de la administración de medicamento endovenoso. Para ello la hicieron firmar un consentimiento informado el cual decía que la paciente era totalmente responsable de las posibles complicaciones que pudiese tener con el tratamiento fuera del consultorio.
El consultorio se encargó de enviar a la paciente hacia una enfermera para que ésta le enseñara la administración de penicilina endovenosa.

En este caso nos vamos enfrentados ante un problema en donde la enfermera falta a la ética profesional en todo momento.
La profesional de enfermería incurre en primera instancia en el incumplimiento del Principio de Beneficencia, el cual implica “no hacerles daño a las personas” y además “contribuir a su bienestar”. La enfermera al ver las condiciones de salud de la paciente, tendría que haberse negado a enseñarle a la paciente a administrarse la inyección, porque al enseñarle, no estaba protegiendo ni constituyendo al bienestar de la paciente, al contrario quizás podría haber agravado el estado de salud de la paciente.
También se incurre en el incumplimiento del Principio de No Maleficencia. Este principio ético de la "no maleficencia" se basa en el principio hipocrático Primum non nocere (ante todo no hacer daño). En este caso se puede ver que la enfermera le estaba haciendo un gran daño a la paciente por el hecho de tratarse de una persona con parkinson, esto hace imposible una correcta administración de medicamento endovenoso. Debemos decir que, aún en el caso de que la paciente hubiese sido capaz de administrarse el medicamento por si sola, la penicilina no es considerado un medicamento que cure totalmente la sífilis.
Vemos además el incumplimiento del Principio de Justicia: La justicia en la atención de enfermería no se refiere solamente a la disponibilidad y utilización de recursos físicos y biológicos, sino a la satisfacción de las necesidades básicas de la persona, que se traducen en un trato humano. En el caso se observa todo lo contrario, la enfermera cumplió una orden, la cual a juicio de cualquier persona era algo erróneo y la que podía causar mucho daño. Se agrega también que la profesional de enfermería no gestionó el caso de la señora para haber podido satisfacer sus necesidades afectivas, sociales, psicológicas y biológicas, ya que la paciente era una persona que no contaba con familiares y se trataba de una persona con SIDA.
Incumplimiento de prudencia: Consiste en elegir los medios apropiados para fines dignos, es decir, aquí, la enfermera involucrada, debió haber gestionado qué opción era la más adecuada para la paciente porque claramente lo que se hizo con ella no fue lo mejor.
Ética del cuidado: En el caso presentado la enfermera dejó de lado valores éticos que están muy ligados con la ética del cuidado como son: La enfermera contribuye a proteger al paciente - Responsabilidad de la enfermera- La enfermera debe mantener su competencia profesional - La enfermera colaborará en los esfuerzos tendientes a preservar el medio humano de los factores ambientales y otros riesgos
Analizando el caso como grupo, llegamos a la conclusión que la enfermera pasó a llevar muchos principios éticos, pensamos que nunca tendría que haber seguido la orden de enseñarle a la paciente cómo administrar la inyección. La enfermera es parte importante del equipo de salud y su deber era haber comentado el caso, hecho que no le parecía bien y que existían otras alternativas para tratar a la paciente, como por ejemplo: el haber gestionado que la paciente fuera aceptada en algún hogar donde cuidaran de pacientes con SIDA o con parkinson o en ultimo caso sugerir contratar a personal que pudiese haberle administrado el medicamento fuera del horario e atención del consultorio.
Todo tendría que haberse realizado siempre velando por la mejoría de la paciente y satisfaciendo sus necesidades, que como enfermeras es nuestro rol principal.


CASO CLINICO 2

Este caso trata de dos hermanas adultas mayores, las cuales vivían solas en una casa, la cual estaba en malas condiciones generales. Una de ellas, la mayor padecía de cáncer óseo, diagnostico que solo era sabido por la hermana menor, no así por la persona que lo padecía. La otra anciana (hermana menor) era su cuidadora la cual refirió tener problemas de salud, ellas eran visitadas por el hijo de la hermana mayor quien les llevaba comida y dinero para pagar las cuentas.
Las hermanas se encontraban inasistentes hace un tiempo en el consultorio. El cáncer lo trataban con paracetamol, de los cuales ingería unos 6 comprimidos al día. Esta historia fue observadas por dos estudiantes de enfermería cuando realizaban una visita domiciliaria, ellas al ver lo ocurrido con las dos ancianas lo comunicaron en el centro de atención primaria (en el que se encontraban realizando su practica) a la enfermera que estaba a cargo de ellas, pero está les respondió que eso era un “lío” porque era el hijo que no deseaba que las ancianas se trataran y que ella no se quería involucrarse en un tema judicial, que lo mejor era dejar las cosas así.

Aquí vemos que la enfermera pasa a llevar el principio de beneficencia el que implica contribuir al bienestar del las pacientes, porque estas dos ancianas están viviendo en muy malas condiciones de vivienda, sociales y de salud, la profesional de enfermería aún estando al tanto de la situación de las ancianas, no hace nada por protegerlas.
Incumplimiento del principio de no maleficencia. Como se dijo en el caso, la hermana mayor padece de un cáncer óseo, el cual es muy doloroso y necesita de drogas muy fuertes para aliviar este dolor. A su vez tenemos a la hermana menos, la cual cumple el rol de cuidadora y quien también se encuentra enferma y cansada. Es así como vemos que el actuar de enfermería está causando mucho daño a estas ancianas al no realizar una intervención que corresponde con el fin de lograr disminuir el daño físico y psicológico que ellas están viviendo.
Incumplimiento del Principio de Justicia. En este caso vemos que el actuar de enfermería para la satisfacer las necesidades biopsicosociales de las ancianas no existe, es decir la enfermera no tiene la intención de comprometerse con ellas.
Falta a la integridad de la vida humana. Este principio se refiere a la imposibilidad de toda acción dirigida de un modo deliberado y directo al abandono de la vida humana.
Incumplimiento de la ética de la fragilidad. En el caso se pudo observar una mala práctica de enfermería (negligencia), la cual ocurre en el momento en que la enfermera menosprecia, no atiende o no hace caso a las necesidades que pudiera requerir frente a sus condiciones tanto de salud, como sociales, económicas, etc de las dos adultas mayores.
Vemos reflejado una falta a los derechos del paciente terminal como lo son:

- “Saber la verdad sobre el estado en que estoy” situación que la adulta mayor no conocía, por diferente motivos, ya haya sido por el analfabetismo, por la falta de atención u otra razón, aquí la misión de la enfermera era haber comunicado la situación al equipo medico y sugerir dar la noticia a la anciana, dando las explicaciones correspondientes en caso de que las hermanas no conocieran de la enfermedad. Y así mismo mantenerla al tanto durante toda la evolución de la enfermedad.
- “Ser tratado como persona hasta el fin de su vida”. Aquí la enfermera al encontrarse al tanto de la situación diagnostica de salud en la que se encontraba la anciana que padecía de cáncer óseo, debió hacer un seguimiento y haber gestionado las posibles soluciones para las hermanas, de manera que ambas especialmente la hermana mayor se encontrara en condiciones lo mas humanamente posibles hasta el final de su vida.
- “Recibir atención del personal de salud aunque sea evidente que no va a sanar”. Claramente vemos que no existía atención de salud de ningún tipo. Es misión de la profesional de enfermería realizar visitas domiciliarias a los pacientes, sobretodo cuando se conoce una situación tan extrema como ésta. Es así como al haber realizado un seguimiento y un estudio de familia exhausto para comenzar a gestionar los cuidados del equipo de salud completo que requerían las ancianas.

Al analizar el caso, llegamos a la conclusión de que la enfermera no tendría que haber dejado en ningún momento y por ninguna circunstancia abandonadas a estas ancianas, ya que requerían de cuidados y de tratamiento medico. El actuar aquí tendría que haber sido gestionar una entrevista con el hijo y explicarle la situación en la que su madre y tía se encontraban para que este diera el pase para que ellas fueran trasladadas a instituciones donde podrían haber recibido cuidados.
Si bien lo descrito anteriormente fue lo que se hizo con estas ancianas, gestionado por la docente Flor Escalona, seguimos creyendo que ellas necesitaban mucho antes que se velara por su bienestar físico, psicológico y social y que la enfermera del consultorio paso a llevar principio éticos y derechos del paciente que por ninguna circunstancia se tendrían que haber infringido.

CASO CLINICO 3

Este caso trata de una niña de 15 años de edad con un cáncer en etapa terminal, por lo que se encontraba con la última escala de medicamentos que le pueden administrar para aliviar el dolor.
Ella vivía junto a sus padres, quienes siempre estuvieron a su lado desde el comienzo de su enfermedad, pero el deseo de la niña era que dejaran de administrarle los medicamentos que correspondían y que a demás la dejaran morir porque sentía que estaba sufriendo demasiado.
La madre de la niña se encontraba resignada a la enfermedad de su hija, refiere quererla mucho, pero no soporta verla sufrir de tal manera. En cambio el papá no concuerda con al decisión de la niña, no se siente preparado ni quiere dejarla ir, aún no asume la enfermedad que aqueja su única hija.

Podemos observar que el primordial principio que se ve involucrado es el de autonomía, el cual define el derecho de toda persona a decidir por sí misma en todas las materias que la afecten de una u otra manera. Determina también el correspondiente deber de cada uno de respetar la autonomía de los demás.
En el caso podemos ver que la niña ya tenia 15 años por lo que se puede considerar una persona con capacidad de razonar y conciente de lo que hace, por este motivo se debería respetar el deseo de morir y así no pasar a llevar este principio ético.
Los niños con enfermedades terminales tienen derechos. Estos son los derechos del paciente terminal, pero no referiremos específicamente a los siguientes:
- “A rehusar un tratamiento” distinguimos en el caso que la niña desea que dejen de administrarle el tratamiento, porque no quiere seguir con una vida tan sufrida como la que llevaba, pero el dilema estaba ahí, por una parte el padre no aceptaba la decisión de su hija y por otra, la madre si estaba de acuerdo con la hija aunque por muy doloroso fuera la situación. Esto causaba un dilema ético en el equipo de salud por la
- “Expresar sus sentimientos y emociones a su manera, en relación a la cercanía de su muerte” En los casos de muerte imprevista por enfermedad terminal y mas aun si se trata de un hijo adolescente, el impacto que se produce en padres es muy difícil de asumir. Es el caso de la familia, pero aun siendo muy duro el hecho de que la hija se refiera a la muerte como algo que considera un alivio, los padres tienen el deber de escuchar y atender a sus expresiones y decisiones.
- “Recibir ayuda de su familia, a fin de aceptar su muerte y su familia tiene derecho a recibir ayuda para aceptar su muerte”. Vemos como por parte del padre, la niña no tiene el apoyo de este. Si bien es una decisión difícil para la familia, estos deben respetarla. Para ello, para enfrentar la situación tan compleja estos deben contar con el apoyo de profesionales de la salud para de esa manera lograr asumir la enfermedad de la niña y así mismo llevar a buen término en las mejor condiciones posibles el desenlace de la niña.



La muerte en el niño, a diferencia de la muerte que ocurre en la persona de edad, es un hecho difícil de aceptar y siempre muy doloroso.
La muerte de un niño o de un adolescente provoca reacciones distintas a la muerte que ocurre en otras edades de la vida. Siendo la muerte un hecho que inevitablemente ocurrirá en algún momento de su existencia, el ser humano tiende a no pensar en ella, mas aun si se trata de padres de hijos con enfermedad terminal por lo que el tema de la muerte evitan mencionarlo.
Es por esta razón que la mayoría de los padres con hijo que padecen de enfermedad terminal necesitan el apoyo del equipo de salud para aclarar cualquier duda respecto a la enfermedad, los cuidados básicos de la persona que lo vivencia y más aun dar el apoyo psicológico tanto al paciente terminal como a la familia.

CASO CLINICO 4

Una enfermera se encontraba celebrando el día de la enfermera en la institución hospitalaria en donde trabajaba junto los demás funcionarios e integrantes del equipo de salud.
Se acercaba el horario de la administración de medicamentos, tarea de la cual era responsable la enfermera, por lo cual esta se dirige al servicio que correspondiente a hacerse cargo de su trabajo. Justo en ese instante le avisan que era momento de cortar el pastel, es ahí cuando le solicita al técnico de enfermería que administre los medicamento endovenosos a los pacientes, esto en supervisión de la interna de enfermería. La enfermera se retira para seguir con la celebración.
Todo iba bien hasta el minuto en que un paciente con daño cerebral tiene efectos adversos debido a la medicación.
Resultado: El técnico de enfermería administra el medicamento equivocado, causando en el paciente un paro cardiaco.

Debemos referirnos primordialmente a las personas involucradas responsables del error de enfermería.
En este caso la principal responsable es el técnico en enfermería puesto que ella administró el medicamento endovenoso. El técnico posee derechos y deberes por lo que tenia el derecho de negarse a hacerse cargo de una responsabilidad que le corresponde únicamente a la enfermera, ya que no es deber del técnico de enfermería administrar medicamentos endovenosos.
La segunda responsabilidad recae en la enfermera, ya que fue ella quien delegó al técnico de enfermería la realización de una labor que no le correspondía a este ultimo. Debemos decir que aunque lo haya dejado bajo la supervisión de la interna de enfermería, este acto no concernía por el hecho de tratarse de una alumna en formación, quien si bien, ya debería estar preparada para ser una profesional todavía no lo es.
El principio de no maleficencia: se basa en el principio de que “ante todo no hacer daño”. En la práctica se refiere a que el balance entre los beneficios y los riesgos de cualquier actuación (en este caso de enfermería) debe ser siempre a favor de los beneficios. Claramente la enfermera no cumplió con este principio, ya que no estuvo conciente de los riesgos que corrían los pacientes al delegar la responsabilidad de una actividad tan delicada como es el administrar medicamentos endovenosos. Por lo tanto no causo daño a uno de los pacientes a su cargo siendo aun sin intención.
Podemos decir que existe en este caso un incumplimiento del Principio de beneficencia: lo vemos reflejado en el que la enfermera no actúa en beneficio de los pacientes, quizás su intención no era desear el mal a sus pacientes o hacerles daño, pero al momento de delegar responsabilidades que no correspondían no estaba ejecutando el mayor beneficio para ellos, lo que concluyó finalmente en la muerte de uno de ellos.
Vemos reflejado el incumplimiento de la Ética del cuidado. La ética del cuidado tiene que ver con situaciones reales como lo son las necesidades ajenas, el deseo de evitar el daño, la circunstancia de ser responsable de otro, tener que proteger, atender a alguien. Es aquí en donde la enfermera no vela por los cuidados de sus pacientes por priorizar otras actividades antes que el propio cuidado del paciente.

Al analizar el caso, se llegó a la conclusión de que la profesional de enfermería no debió haber asignado al técnico de enfermería la administración de medicamentos endovenosos, sabiendo que no correspondía a la labor del subordinado y que además no se encontraba capacitado para eso. Es claro que los técnicos de enfermería sólo pueden administrar medicamentos orales.

La enfermera cumple con una irresponsabilidad en sus funciones como profesional. Esta debió tener consideración con sus labores y responsabilidades por lo tanto debió dejar la celebración a un lado y en su caso haberse dirigido a administrar los medicamentos personalmente o en último caso ella supervisar la actividad, todo esto por la simple razón de que es mucho más importante la vida de un paciente

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